jueves, 26 de mayo de 2011

De lo global a lo particular: distintas visiones de un mismo hecho

En “Shakespeare en la Selva”, su autora Laura Bohannan, nos relata como en su segundo viaje a la tribu Tiv en África Occidental, el azar la hace llevar consigo un ejemplar de “Hamlet” de William Shakespeare. Este hecho aparentemente sin mayor trascendencia, la haría cambiar algunas concepciones que daba por sentadas, como por ejemplo, que “la naturaleza humana es bastante similar en todo el mundo; al menos, la trama y los temas de las grandes tragedias resultarían siempre claros -en todas partes”. [1]

La estadía de Bohannan se vio afectada por inundaciones que hicieron que las actividades normales de la tribu se detuvieran. Esto llevó a que Bohannan, al contrario de lo que esperaba de su trabajo de campo, tuviera que hacerse cada vez más amiga de la lectura del clásico libro de Shakespeare. Finalmente, luego de varias lecturas,  la antropóloga  llegó a la conclusión de que “Hamlet tenía una sola interpretación posible, y de que ésta era universalmente obvia” [2].

Sin embargo, esta creencia pronto se vería modificada. Una mañana de lluvia, Bohannan se encontró con los hombres de la tribu reunidos en torno al fuego en su tradicional ceremonia de contar historias. Los hombres, entre cerveza y humo, la incitaron a contar una historia de su país. La antropóloga, que ya estaba familiarizada de sobra con Hamlet y su historia, decidió relatarles los hechos ya que, sin duda, serían comprendidos por la tribu debido a su “universalidad”.

Pero la sorpresa de Bohannan fue mayúscula. Cada vez que la autora iba contando pasajes de la obra, se encontraba con interpretaciones distintas a las suyas. Los hombres tenían una manera particular de ver los acontecimientos y se lo hacían saber. La autora se vio contrariada y tuvo que admitir que su primera aseveración de la universalidad estaba errada a medida que la tribu iba cuestionando los hechos y dando su propia interpretación.

Estos hechos nos dan pie para dar cuenta de tres puntos relevantes.

En primer lugar, este relato pone de manifiesto las diferencias culturales respecto a ciertos fenómenos. Por ejemplo, cuando Bohannan relata la aparición del “fantasma” la tribu reacciona inmediatamente ya que para ellos no existe tal cosa. A lo más tienen un concepto de zombie, pero que sin duda dista mucho de lo que en occidente entendemos por “fantasma”.  Los Tiv creen en brujos y en presagios y les parece inconcebible que un muerto pueda volver desde el más allá a intentar hacer justicia.,  

Por otro lado están los juicios morales. Por ejemplo, para los Tiv que el jefe supremo tenga varias esposas es normal y justificado, al contrario de lo que nosotros que vivimos en una sociedad basada en la monogamia, podríamos pensar. Además está el hecho concreto de la unión marital entre Gertrudis, la madre de Hamlet y Claudio, hermano del rey que acababa de morir. Para los Tiv este hecho es justificado, no así para nosotros que lo vemos como un hecho condenable.

De este modo, temas como la brujería, el linaje y la jerarquía dentro de un grupo, son los que los Tiv rescatan de Hamlet y lo que más les llama la atención, a diferencia de nosotros que identificamos tópicos como el amor, la traición, justicia o la muerte.

Además, tenemos el tema de la universalidad. Para la autora, Shakespeare era universal y sería entendido en cualquier parte del mundo, porque su significado era uno solo. Pues bien, nos queda claro que esto no es así. Un hecho es susceptible de múltiples interpretaciones y éstas varían según cada grupo y su cosmovisión. Cada grupo social tiene sus propias convicciones y le dan mayor o menor importancia a los hechos según sus propias características culturales, tradiciones, costumbres y creencias. Acorde a cómo se ha ido conformando una sociedad, de acuerdo al espacio, al tiempo y a los valores propios que se han generado y naturalizando, las interpretaciones tendrán siempre su sello particular, por mucho que puedan existir coincidencias.

Tal como dijo uno de los ancianos: “Alguna vez has de contarnos más historias de tu país. Nosotros, que somos ya ancianos, te instruiremos sobre su verdadero significado, de modo que cuando vuelvas a tu tierra tus mayores vean que no has estado sentada en medio de la selva, sino entre gente que sabe cosas y que te ha enseñado sabiduría”. [3]

Por último, no podemos dejar pasar el hecho de que la oralidad es un concepto fundamental para la interacción con la otra parte. La oralidad nos da las herramientas para construir y reconstruir al otro, para salir de nuestro centro y acercarnos a otras realidades que nos parecen ajenas e incluso imposibles. Lo universal es que existen muchos universos particulares.


Carolina Bermúdez

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[1] BOIVIN, Mauricio et al. (2004).Constructores de Otredad. Una introducción a la Antropología Social y Cultural. Buenos Aires: Editorial Antropofagia. Página 75
[2] BOIVIN, Mauricio et al. (2004).Constructores de Otredad. Una introducción a la Antropología Social y Cultural. Buenos Aires: Editorial Antropofagia. Página 75
[3] BOIVIN, Mauricio et al. (2004).Constructores de Otredad. Una introducción a la Antropología Social y Cultural. Buenos Aires: Editorial Antropofagia. Página 80

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